Cómo se construyen la mayoría de nuestros problemas
Entendemos Hechizo
cualquier problema humano en forma de insatisfacción irracional, desorden
emocional, obsesión o miedo en que la persona cae atrapada. Estas
construcciones funcionan a modo de maldición, que una vez asumida, atormenta su
vida y le enreda en una trampa en la que ya no encuentra la salida. Son inconscientes casi siempre.
PRIMER HECHIZO: La ilusión o el espejismo de controlar lo
que sucede en el mundo, con el pensamiento analitico y racional .
ANTIDOTO: Percibir
lo que pasa en el mundo, más que tratar de interpretarlo. Acceder a estados de no
saber
El sufrimiento sobreviene cuando pretendemos controlar
toda nuestra vida mediante la reflexión y el análisis; es posible que ésta sea
una de las peores enfermedades de la civilización.
En cambio, el pensamiento rico en alternativas e
imaginación no representa un problema sino al contrario, sitúa los límites de
lo que podemos hacer y nos aporta ideas para solucionar las cosas que nos
preocupan.
Frente al espejismo de que podemos controlar el mundo
exclusivamente con la razón, debemos poner en marcha un antídoto que consiste
en enfocar el pensamiento hacia la percepción sensorial más que es la
interpretación del mundo.
SEGUNDO HECHIZO: Olvido del propio deseo. Olvido de sí mismo
o rechazo de aspectos del Yo.
ANTÍDOTO: Recuperar
el deseo y partes olvidadas. Reconciliarse con las sombras. Conectar con el
propio deseo y con la satisfacción.
El abandono del propio deseo es el principio de todo
sufrimiento humano. El exilio de sí mismo consiste en aceptar lo que se espera
de nosotros y desalojar lo que nuestra mente desea.
Desde muy temprano el
olvido del propio deseo viene motivado fundamentalmente por la necesidad de
aceptación. Nos acostumbramos a
funcionar como se espera de nosotros y lo que ocurre es que nuestro propio
deseo sigue insistiendo a medida que crecemos pero nosotros seguimos negándolo.
TERCER HECHIZO: Insistir en soluciones que sabemos que no
funcionan.
ANTÍDOTO: Superar
el impulso de insistir en lo que fracasa y hacer otra cosa con imaginación y
creatividad.
En realidad no hay nada
más difícil de soportar que una serie de días buenos. Rápidamente se pone en
marcha el cuestionamiento de lo cotidiano.
En el mercado, prácticamente todas las necesidades son
inducidas; esto es un principio básico de la publicidad. Cuando Ud. cree que lo
tiene todo para vivir, alguien lo acusará de conformista o anticuado por no
estar al corriente de las prestaciones que ofrecen los coches actuales, los
electrodomésticos inteligentes de última generación, por no hablar de la informática.
La hipnosis colectiva se basa en que los conflictos
que son creados desde el exterior son interiorizados por el ser humano
atribuyéndose a sí mismo la incompetencia. Si aumentamos las prohibiciones, se aumentan las infracciones.
Algunas personas manifiestan
estar asustadas porque últimamente todo les está saliendo demasiado bien.
El ser humano aplica
soluciones que antes han funcionado en situaciones similares a conflictos que
se le presentan en el presente. Lo que ocurre es que esto es ineficaz. Los padres insisten en las soluciones que
están fracasando porque forman parte de su cartera de recursos, como castigar
al adolescente que cometió una infracción. Ponen en marcha lo que siempre han
hecho cuando el chico era niño; decirle lo que debe hacer hasta que lo aprenda.
Sólo que el niño ya está en otra etapa vital y redefine las instrucciones
educativas que le dan, de otro modo.
Extracto del Libro CUENTOS QUE
CURAN Bernardo Ortín y Trinidad Ballester.
Editorial Océano
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