jueves, 12 de marzo de 2015

LOS 3 HECHIZOS O TRANCES DEL PENSAMIENTO Y SUS ANTÍDOTOS

Cómo se construyen la mayoría de nuestros problemas

Entendemos Hechizo cualquier problema humano en forma de insatisfacción irracional, desorden emocional, obsesión o miedo en que la persona cae atrapada. Estas construcciones funcionan a modo de maldición, que una vez asumida, atormenta su vida y le enreda en una trampa en la que ya no encuentra la salida.  Son inconscientes casi siempre.

PRIMER HECHIZO: La ilusión o el espejismo de controlar lo que sucede en el mundo, con el pensamiento analitico y racional .

ANTIDOTO: Percibir lo que pasa en el mundo, más que tratar de interpretarlo. Acceder a estados de no saber

El sufrimiento sobreviene cuando pretendemos controlar toda nuestra vida mediante la reflexión y el análisis; es posible que ésta sea una de las peores enfermedades de la civilización.
En cambio, el pensamiento rico en alternativas e imaginación no representa un problema sino al contrario, sitúa los límites de lo que podemos hacer y nos aporta ideas para solucionar las cosas que nos preocupan.
Frente al espejismo de que podemos controlar el mundo exclusivamente con la razón, debemos poner en marcha un antídoto que consiste en enfocar el pensamiento hacia la percepción sensorial más que es la interpretación del mundo.

SEGUNDO HECHIZO: Olvido del propio deseo. Olvido de sí mismo o rechazo de aspectos del Yo.

ANTÍDOTO: Recuperar el deseo y partes olvidadas. Reconciliarse con las sombras. Conectar con el propio deseo y con la satisfacción.

El abandono del propio deseo es el principio de todo sufrimiento humano. El exilio de sí mismo consiste en aceptar lo que se espera de nosotros y desalojar lo que nuestra mente desea.
Desde muy temprano el olvido del propio deseo viene motivado fundamentalmente por la necesidad de aceptación. Nos acostumbramos a funcionar como se espera de nosotros y lo que ocurre es que nuestro propio deseo sigue insistiendo a medida que crecemos pero nosotros seguimos negándolo.

TERCER HECHIZO: Insistir en soluciones que sabemos que no funcionan.

ANTÍDOTO: Superar el impulso de insistir en lo que fracasa y hacer otra cosa con imaginación y creatividad.
En realidad no hay nada más difícil de soportar que una serie de días buenos. Rápidamente se pone en marcha el cuestionamiento de lo cotidiano.
En el mercado, prácticamente todas las necesidades son inducidas; esto es un principio básico de la publicidad. Cuando Ud. cree que lo tiene todo para vivir, alguien lo acusará de conformista o anticuado por no estar al corriente de las prestaciones que ofrecen los coches actuales, los electrodomésticos inteligentes de última generación, por no hablar de la informática.
La hipnosis colectiva se basa en que los conflictos que son creados desde el exterior son interiorizados por el ser humano atribuyéndose a sí mismo la incompetencia. Si aumentamos las prohibiciones, se aumentan las infracciones.
Algunas personas manifiestan estar asustadas porque últimamente todo les está saliendo demasiado bien.
El ser humano aplica soluciones que antes han funcionado en situaciones similares a conflictos que se le presentan en el presente. Lo que ocurre es que esto es ineficaz. Los padres insisten en las soluciones que están fracasando porque forman parte de su cartera de recursos, como castigar al adolescente que cometió una infracción. Ponen en marcha lo que siempre han hecho cuando el chico era niño; decirle lo que debe hacer hasta que lo aprenda. Sólo que el niño ya está en otra etapa vital y redefine las instrucciones educativas que le dan, de otro modo.


Extracto del Libro CUENTOS QUE CURAN      Bernardo Ortín y Trinidad Ballester.

Editorial Océano

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